jueves, 22 de noviembre de 2012

La princesa se convierte en pécora

Habéis visto alguna vez pasar a vuestro reflejo por delante de vuestras narices? Yo sí.
Mi reflejo, lleva un traje largo, muy largo, de color marfil, el pelo suelto… mi reflejo sonríe y se le remarcan dulcemente los pómulos… lleva una cuerda en la mano y camina descalza por un bosque de hoja caduca…
Alguien, a quien he amado hasta quedarme exhausta, me dijo una vez algo así, “si lo nuestro no funciona voy a convertirme en un sinvergüenza”; no fueron esas sus palabras exactas desde luego, pero el significado se parecía; intentaba decirme que iba a vivir. Tenía razón, debo de reconocer, que tenía mucha razón y tendría que haber captado la esencia de lo que decía. Sombra sabia… sombra lujuriosa…
Yo ya no lloro, sólo salen diamantes, hermosos de mí.
A mí, no me sirven ya las reglas. Me voy a convertir en la mala pécora que  me habéis estado enseñando a ser.
Gracias

lunes, 19 de noviembre de 2012

Miscelánea de emociones

Salía el viernes de trabajar, tarde, como siempre. Paseé por las calles de Alicante con una sonrisa suave, pintada en la cara. Ese agradable paseo que ayuda que el aire llegue a mis pulmones... i qué veo? una pareja abrazándose en medio de la noche, haciéndose un nudo con sus cuerpos. Hacía mucho que no veía nada así.    Con ese momento mágico y otros más, llegué a casa, feliz, tranquila, como hacía tiempo que ya no llegaba. Y llegaba con esta canción en la cabeza... 'Cause I shine bright like a diamond... La noche de viernes, huele a chocolate, a panettone y a paz, pero sobretodo sabe a diamantes...





Pero el sábado tuvo también su magia, sin duda. Estaba con mi chica comiendo, ella me escucha, yo le cuento mis locuras... Sin duda, merece la pena darse pequeños homenajes, y el restaurante Azafrán se presta para ello; y cuando ya acabas la comida y te enzarzas en una conversación de dos horas, sobre cómo la pasión mueve la vida de las personas... enlazas divagando entre la diferencia de pasión y locura... y en la memoria, comienzan a encajar piezas del puzzle. Si miras atrás, no ves pasión, sólo locura... y de qué sirve estar loca por alguien que está demasiado cuerdo? 
Sentimientos, Inés, sentimientos. Y los sentimientos, no son balazos que te atraviesan tres semanas... los sentimientos verdaderos, se quedan a tu lado y te ayudan a quitar los guijarros del camino... Porque eso, es realmente el amor

No acaba todo aquí, hoy el chico de los ojos azules, me ha sorprendido gratamente. La vida es lo que nosotros queramos que sea, lo que nosotros nos construimos pasito a pasito... Te mereces un homenaje... veremos de qué soy capaz... Doce años de amistad con interrupciones, son muchos no??


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Sin título

6 de noviembre, lugar? Un centro de salud cualquiera. Una joven de veintiocho años, se sienta delante de la mesa de escritorio que la separa de una doctora. Una doctora vestida en mil colores y cuyo desparpajo desborda la mesa entera. A su lado, una enfermera sobria que equilibra a la perfección tan extraña pareja. La doctora habla… la enfermera, asiente, reforzando lo que la doctora dice.
La joven mira a su izquierda, hacia el reloj de arena; éste, revienta sus paredes y  la arena comienza a caer sobre ella sin inmutarse nadie en la habitación. Mientras la arena sigue cayendo inexorablemente, la chica mira hacia el reloj, colgado en la pared. Ha empezado a derretirse como en el cuadro de Dalí…  enormes goterones de pintura espera resbalan por la pared al suelo con la densidad del aceite hasta llegar a sus pies. La pintura dorada y azul cielo, empieza a teñir su calzado.
Cuando la doctora acaba de hablar, la muchacha a penas puede moverse o articular palabra… la arena le llega al cuello, a la cabeza y le tapa la boca; el reloj d pared, se ha convertido en un charco denso que atrapa sus pies.
Se oye un grito agudo y ahogado, que reverbera en las paredes de su alma.
“No… “, repite la joven mentalmente. “No…”