sábado, 27 de abril de 2013

Dónde está mi brújula?

Me encantaría haber nacido con un manual de instrucciones, porque para sernos sinceros, estoy perdida.
Llevo dos semanas que levanto la cabeza porque tengo que arrastrar la maleta.
He perdido mi brújula...
Dónde está la gente en la que confiar? No existe
Dónde está mi lugar? No lo sé.
Encontraré alguna vez mi hogar? Ojalá pudiera responderme que sí.


Y así camino, a ciegas, sin brújula. Perdida y sola, en mi mundo lleno de bruma. 
Que alguien me preste una brújula, por favor. 
De un momento a otro, cogeré mis alas de cartón y saltaré; saltaré al vacío sin mirar que hay abajo. 
A lo mejor, esas alas de cartón, me llevan a Barcelona, y puedo sobrevolar la ciudad, ver qué hay en ella.
Barcelona... Necesito volver, y pronto.


jueves, 11 de abril de 2013

Hay amores que son...

"Todo el mundo necesita vivir un amor de verdad, al menos uno..."
"Hay historias de amor que son como amapolas, rojas, frágiles, casi viento, y aún así, se agarran a la garganta"

Son frases de esta película: 



Y yo, estoy totalmente de acuerdo. Totalmente.Creo que, si no has notado que ese amor te ahogaba, te superaba, te invadía a oleadas, no es amor de verdad. Debo de sentirme afortunada, porque yo sí he vivido esas oleadas de pasión, como si un mar extraño, poderoso, te arrastrara hacia su interior con fuerza, y no puedes más, que dejarte llevar. Esa electricidad, recorriendo tu cuerpo, cuando tú miras hacia otro lado y te da el primer beso en el cuello, un beso furtivo, que va subiendo despacio hacia la cara, hasta alcanzar tu boca; y es entonces cuando tú, boqueas como un pez, porque con ese beso se ha llevado tu aire, tu vida, pero eso aún no lo sabes. Lo descubrirás, con el paso  del tiempo. 

Los hombres son de otra pasta, pueden robarte la vida, pero tú no puedes robársela a ellos. Se levantan a diario, se miran al espejo y continúan su camino, sin pensar que se han llevado un pedazo de ti; algo que jamás será devuelto.

Y tú, tú jamás serás la misma. Nunca más.

martes, 9 de abril de 2013

Mi día de mona, evoluciona

Para empezar debo decir, que para mí, el día de mona, siempre ha sido de gran relevancia; casi tanto como el de mi cumpleaños... cómo cambian las cosas.
Os cuento por qué. Para mí, siempre ha sido casi religioso, quedar con mis amigos y salir al campo, a la playa, de acampada... lo que fuese. Y aquí, viene el "pero"... Hace dos años, cuando comencé mi transición, mi segunda mona cayó, y jamás lo olvidaré, un 25 de abril. Esa fecha es el cumpleaños de ese gran amor... sí, de ese. Me quedé en casa, llorando y suplicándole que me dejara verle dos minutos para así darle el abrazo que creía se merecía. Ahora me recuerdo, débil, pusilánime, llorando en el sofá y suplicando por verle. Sí, suplicando... nunca más. 

Lección 1: nadie, nadie, merece que yo suplique; nadie merece que yo pierda esa pizca de dignidad que perdemos al suplicar. Y menos, cuando pretendes que sea por una cuestión feliz, como es, felicitar el cumpleaños a alguien y tratar de robarle una sonrisa.

El año pasado, tuve que trabajar el día de la segunda mona. Pasó algo? Colisionaron meteoritos? No. Trabajé y me fui a casa.

Lección 2: hasta lo más sagrado, pierde fuerza, cuando es necesario. Soy moldeable a cada situación y debo de adaptarme. No hay obstáculos para mí, sólo los que yo quiera ver.

Este año, tenía dos opciones, quedarme en casa y dedicarme a mí, o irme con mis amigos, esos que son fieles a la playa. Resultado? Opté por ir con una persona que decía necesitarme, obteniendo por su parte un cambio de planes de 180º sin consultarme y dejándome de lado. Y no fue la única persona ese día, dos más. Pero, no pasa nada. Me dediqué a mí, cosa que me sentó fenómeno.

Lección 3: sé fiel a ti mismo y quien te sea fiel. Desde aquí, un "lo siento" a esos amigos que siempre son fieles.

domingo, 7 de abril de 2013

De finales y comienzos

Ninguno de los dos es fácil. Doy fe.
Veo a mi alrededor a personas que intentan poner fin a ciertos capítulos de su vida y  arrancar de nuevo. Yo misma trato de hacerlo a diario. Pero hay heridas que no desaparecen, y algunos, llevamos muchas, tropezando una y otra vez con las mismas piedras. 
En otros casos, se ha cerrado el capítulo y se intenta abrir uno nuevo, torpemente, con dificultad... Hay quien se niega a cerrar dicho capítulo y se aferra a las últimas sílabas que quedaron en sus labios. 
Es doloroso.
En mi caso, estoy en la transición de haber cerrado un capítulo y en aras de abrir uno nuevo. Torpemente, muy torpemente. Quiero escribir tan rápidas las páginas, llenarlas con mil palabras que a veces, parece escrito en hebreo antiguo.
A los que están cerrando capítulos en su vida, ánimo. Cerrar capítulos, permite abrir otros nuevos.
A los que están abriendo capítulos en su vida, ánimo. No es fácil empezar, pero sobre todo serenidad a la hora de tomar decisiones. 
Esto último, va como una nota para mí misma.
Comienza mi semana de vacaciones; planes? por supuesto, introspección profunda, películas y cupcakes al ritmo de música. Cada uno encuentra su momento zen, como puede.



viernes, 5 de abril de 2013

Reflexiones y ventanas con aire fresco

Quiero empezar esta entrada con esta canción: 

Escuchaba esta canción, una y otra vez de manera obsesiva mientras trataba de apartar de mi mente, de mi alma, de mi vida, a alguien a quien quería. Ese gran amor, que palidece al amanecer y desaparece una y otra vez cuando intentas aferrarlo. Igual que un rayo de sol, cuando intentas atraparlo entre tus dedos. No es posible.
Así Alma, un personaje que creé a mis dieciséis años, pasó a ser Sara... y a manos de Vetusta Morla, Sara comenzó a ocupar muchas páginas de word. Y Sara, vivió lo que yo siempre quise vivir. Como dice la canción:

"Ella, duerme tras el vendaval. Se quitó la ropa, sueña con despertar en otro tiempo, en otra ciudad"

No hay que ser un genio para saber, que esa Sara, soy yo....

Escribía y escribía durante 2009, furiosa, tratando de contener las lágrimas que pugnaban por resbalar de mis mejillas al teclado, en mis ratos libres en su pequeña sala de curas. Mientras, frente a ella, un compañero, observaba. Aún no sabríamos, lo importantes que seríamos el uno para el otro con el paso del tiempo. Hoy, este gran amigo, me ha ofrecido una pequeñísima y remota posibilidad de cumplir mi sueño y seguir los pasos de Sara.
Qué siento? Miedo, esperanza... Qué noto? Que brillo...

Hace dos años, escuchaba de nuevo con obsesión estas dos canciones. Ligadas al mismo dolor, a la misma persona.



Y así fue como nació Julia... dueña ya de casi treinta páginas...

Así que, este post, evidentemente no está dedicado a la persona que me hace crear personajes, sin él pretenderlo, para cerrar heridas que sangraban profusamente. Hoy, este post, va dedicado a Fran, a su paciencia, a sus horas de wasap, a sus ánimos, a esa fe ciega en lo que escribo; a cómo me jalea para que cumpla mis sueños, a pesar que, como él bien sabe, hay algunos que son imposibles. Porque no salva sólo vidas en quirófano, también se dedica a salvar algunas almas perdidas... Y para eso, hay que ser especial.

Llevo varios días queriendo escribir. Estuve reflexionando sobre la fragilidad del ser humano. Nos creemos inmortales. Somo egoístas, osados, irreverentes. No somos conscientes que, somos vulnerables, mortales. En vez de ello, vivimos nutriendo nuestro malestar y miserias, queriendo cada día más y más. 
Si supieras que te quedan dos años...no vivirías sin pensarlo dos veces? Pero vivir de verdad, disfrutando . Y si esa persona a la que amas le pasara algo mañana? No aprovecharías al máximo? No le harías el amor con pasión una y otra vez? Yo sí.
 En estas estoy. No me obsesiona la muerte, me obsesiona mi día a día, quiero dar lo mejor de mí, las veinticuatro horas. Quiero disfrutar cada momento, cada segundo. Ser feliz, no significa tener dinero, tener casas más grande o escalar en tu empresa. Ser feliz, es quererse a sí mismo y mimarse cada día con pequeños gestos.

Y con esto me reafirmo: si tengo la oportunidad, la aprovecharé, cueste lo que cueste.