miércoles, 14 de marzo de 2012

Reflexiones patrocinadas por Renfe

“Me despierto con el ronroneo del tren y lo primero que veo, a mi izquierda es el castillo de Sax… es precioso. De pequeña, siempre me quedaba anodada ante esa estampa. Ayer le dediqué una mirada vacía. Nada más. El lunes hará un año… un año ya… Al principio los días no querían pasar, los despertares una agonía… Poco a poco me sumí en la rutina, conocí a gente nueva, recuperé a antigua, me puse retos, me metieron en proyectos; comencé a volver a soñar… Y ahora los días pasan con la ligereza de una pluma; al menos la mayor parte de ellos. Y con éstas aparece mi castillo y el Santuario… ése sí es mi castillo…y yo, sigo siendo una princesa.
Hoy, hablando con mi sabio, como cada día, me ha dicho una frase de esas que yo luego me las pongo bien visibles para que no se me olviden “hoy es el mañana por el que te preocupabas ayer”… Cierto… Dicho esto, me añade que el cerebro es un músculo que hay que ejercitar… y en ello estoy.
Y ya repasando mi vida en los últimos meses… me sale la rubia que tanto me quiere y que me enseña a que mi cuerpo se ondule al son de ritmos árabes. A mi sister… porque “no puedo vivir sin ti… no hay manera”;  al primo de alguien que sin ir más lejos, el lunes me decía “eres una tía inteligente, joven, estás buena, tienes un buen trabajo, tu casa y tu gente que te quiere… y un culo para partir nueces” (hombre… gracias por el subidón, por los halagos, qué suerte tengo de tenerte cerca… pero no vas a tocar mi culo…la nena se ha vuelto muy exigente); mi sabio, que es mi familia, mi hermano, mi amigo, mi mano derecha; mi manchego que me va a hacer tumbar en una camilla y dar medio litro de mi preciada y dulce sangre, que me hace sonreír; el hombre que vino del mar, que me hace tener los pies en la tierra…mi Carbonero, con todo su apoyo incondicional, no importa lugar día u hora… ella siempre está ahí. De mis compañeras de curso, casi mi familia. Mi Deb… qué haría yo sin la chica de los ojos oscuros.
Pero lo mejor, de todo este año, ha sido, el mirarme al espejo todos los días, sonreírme y pensar “soy la misma de siempre… pero ahora brillo más”. Soy más sexual, más activa, más feliz… disfruto más de mí misma, de mi cuerpo, de mis pequeños placeres. Todos los días me sale el sol.
Ocuparme de mis peques peludos y sus lametones, de mis pajarillos que con suerte me van a hacer tía, abuela… lo que sea. De mis tortugas, de mi Mulder y mi Scully que lucha por pasar este duro invierno.
No tengo quejas. No puedo permitirme quejas, porque vivo con los pies en la tierra y no quiero pensar más allá que en el hoy. El mañana ya vendrá y pasará lo que tenga que pasar…”
Esta mañana, venía al trabajo… Left outside alone suena en la radio. Sonrío y le doy voz. No me arrepiento de nada, ni me arrepentiré. Soy libre de hacer lo que quiera, de perdonar a quien lo merezca y de hacer hueco en mi vida a quien de verdad necesite que esté a mi lado.



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