lunes, 21 de noviembre de 2011

Te confieso que no atino a encontrar la calma...

Acabo de escuchar esta frase "a veces hay que cometer un acto imperdonable para poder seguir viviendo"...
Hoy ha sido un día gris. Muy gris, y necesito más que nunca un hombro en el que llorar, unos brazos que me abracen y que me den calor y consuelo; que me aíslen de los miedos y el frío que me hace tiritar y se clava en los huesos como dedos huesudos que te sujetan.
Hoy he llorado, hoy he sentido miedo... hoy he visto mi casa más vacía que nunca...llena de eco... Hoy he nadado por la carretera, no he podido ver qué ocurría delante de mis narices porque una cortina de lluvia lo cubría todo...como en mi vida, una peligrosa incertidumbre. He creído que iba a morir, he entendido que no es pericia, es azar lo que nos mantiene vivos todos los días... Tú sí... Tú no...Hoy he podido acabar en ese río... pero algo, un ángel, me ha sacado de ahí y me ha llevado al trabajo, como todos los días, a una rutina, como todos los días... Hoy he recibido una carta bañada en lágrimas; y yo también he llorado.
Hoy es el principio del resto de mi vida, y necesito que me abracen con desesperación.
"Hay pocas cosas de las que podemos estar seguros, por no decir, casi ninguna. Pero tú eres una de ellas"...tibiez en el alma

1 comentario: