jueves, 15 de diciembre de 2011

De avenidas... de despedidas...

Camino por esa avenida... por la misma, en la que a mano derecha podemos encontrar un camino oscuro, por el que en marzo yo corría, con la sangre palpitando en las sienes y el corazón ahogado... Hace el mismo frío...llevo casi la misma ropa... Pero yo, ya no soy la misma. Ahora camino con cierta premura, por esa avenida, la cruzo, dispuesta a abrazar a alguien que lo necesita. Me he parado un segundo, y me he visto, huir del camino, cruzar la avenida corriendo, con fuerza, con rabia... huyendo...
Pero la canción que suena en mis oídos, me dice que ya no soy la misma...


Who run this motha?
Girls! Who run this motha? Girls!

Así que muerdo mi rabia, me como mi pena y miro hacia adelante. No, no soy la misma. Pero no me desagrada, en absoluto, lo que soy hoy. Y sé, que sólo estoy en obras...cuando acabe conmigo misma, seré no una obra perfecta, pero sí lo suficiente remodelada para hacer muy feliz a la persona que decida llevarme de su mano con orgullo...
Quería dedicarle a mi nómada del viento una de las canciones que nos unió... Pero el destino ha querido, que me topase de bruces con ésta... Mi nómada del viento, ahora es fuerte, es libre y aunque sus alas aún tienen que sanar del todo para volar, cuando lo haga, será capaz de llegar más alto de lo que ha volado jamás. Al chico de los ojos azules... porque los nómadas no puedes vivir en cárceles, aunque estas parezcan hermosas...










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